Puntos Sobresalientes de Levítico 14, 15, 16

Puntos sobresalientes de la lectura de la Biblia: Levítico 14, 15, 16


CAPITULO 14:


w02 15/12 págs. 17-18 párrs. 17-18 ‘Él se acercará a nosotros’
17, 18. a) ¿Qué opina Jehová del servicio fiel que le prestan sus criaturas inteligentes? b) Explique cómo indica Proverbios 19:17 que nuestros actos misericordiosos no pasan desapercibidos a Jehová.
17 El puesto de Soberano Universal que ocupa Jehová no se ve afectado por lo que los simples seres humanos hagan o dejen de hacer. Sin embargo, él es un Dios agradecido. Valora —de hecho, tiene en alta estima— el servicio fiel que le prestan sus criaturas inteligentes (Salmo 147:11). Jehová recompensa a sus siervos, lo cual constituye otro beneficio para quienes se acercan a él (Hebreos 11:6).
18 Las Escrituras indican claramente que Jehová aprecia lo que hacen sus adoradores. En ellas leemos, por ejemplo, que “el que muestra favor al de condición humilde le presta a Jehová, y Él le pagará su trato” (Proverbios 19:17). La misericordiosa consideración que Dios tiene hacia los de condición humilde se plasma en la Ley mosaica (Levítico 14:21; 19:15). ¿Cómo se siente él cuando imitamos su misericordia con los menos favorecidos? Cuando damos a estos sin esperar nada a cambio, Jehová lo ve como si le prestáramos a él y promete saldar esa deuda otorgándonos su favor y bendiciones (Proverbios 10:22; Mateo 6:3, 4; Lucas 14:12-14). Así es, Jehová se conmueve siempre que demostramos compasión por un cristiano necesitado. ¡Qué felices nos sentimos de saber que nuestros actos misericordiosos no pasan desapercibidos a nuestro Padre celestial! (Mateo 5:7.)

CAPITULO 15:


w04 15/5 pág. 23 Puntos sobresalientes del libro de Levítico
Respuestas a preguntas bíblicas:
Levítico 15:16-18. ¿Qué es la “emisión de semen” que se menciona en estos versículos? Parece ser que se refiere tanto a la emisión nocturna como a las relaciones sexuales dentro del matrimonio.

w10 15/8 págs. 29-30 párrs. 7-8 ¿Quién puede librar a los que claman por ayuda?
7, 8. ¿Qué demostraciones hizo Jesús de su poder para curar enfermos?
7 La razón por la que Jesús pudo realizar milagros fue porque Jehová le había dado el poder, tal como lo ilustra el siguiente relato. “Una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años” había visto cómo su salud iba de mal en peor, y eso a pesar de que había recurrido a “muchos médicos [que] le habían hecho pasar muchas penas” y de que “había gastado todos sus recursos”. Por este motivo, se introdujo entre la multitud y fue a tocar a Jesús, violando así un precepto de la Ley referente a las personas con “flujo de [...] sangre” (Lev. 15:19, 25). Al darse cuenta de que había salido poder de él, Cristo preguntó quién lo había tocado. “Atemorizada y temblando”, la mujer “cayó delante de él y le dijo toda la verdad”. Comprendiendo que Jehová la había sanado, Jesús la trató con ternura y le dijo: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad” (Mar. 5:25-27, 30, 33, 34).
8 Las curaciones que hizo Jesús valiéndose de sus poderes de origen divino no solo beneficiaron a los enfermos, sino que seguramente causaron una profunda impresión entre los observadores. Así tuvo que suceder cuando sanó a los enfermos antes de pronunciar su célebre Sermón del Monte (Luc. 6:17-19). Y lo mismo debió de ocurrir con los dos mensajeros que envió Juan el Bautista para confirmar que Jesús era el Mesías. Ellos fueron testigos de cómo “curó a muchos de enfermedades y de penosas dolencias y de espíritus inicuos, y concedió a muchos ciegos el favor de ver”. Finalmente, Cristo les dijo a los dos enviados: “Informen a Juan lo que vieron y oyeron: los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son levantados, a los pobres se anuncian las buenas nuevas” (Luc. 7:19-22). ¡Cuánto habrá animado ese informe a Juan!

w10 15/5 pág. 9 párrs. 7-8 Varones, ¿reconocen la autoridad de Cristo?
7, 8. a) Según la Ley, ¿qué tenía prohibido hacer la mujer que padecía hemorragias? b) ¿Cómo trató Jesús a aquella enferma?
7 Fijémonos ahora en la forma en que Jesús se relacionó con el sexo femenino. A lo largo de la historia, un gran número de hombres han tratado muy mal a las mujeres. Y los líderes religiosos del antiguo Israel no fueron la excepción. Sin embargo, el Hijo de Dios fue respetuoso con ellas. Sirva como ejemplo la forma en que reaccionó ante una pobre enferma que llevaba doce años padeciendo hemorragias. Pese a haber gastado todos sus recursos en médicos —los cuales “le habían hecho pasar muchas penas”—, su salud “había empeorado”. Además, bajo la Ley ella era considerada ceremonialmente inmunda, y lo mismo ocurría con cualquiera que la tocara (Lev. 15:19, 25).
8 Al oír que Jesús estaba sanando a los enfermos, se introdujo entre el gentío, razonando: “Si toco nada más que sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud”. Así lo hizo, y el efecto fue instantáneo. Cristo sabía que ella no tendría que haberlo tocado. Pero, en vez de reprenderla, la trató con bondad. Consciente de su desesperación tras años de sufrimiento, le dijo con ternura: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana” (Mar. 5:25-34).

w02 15/3 pág. 11 párrs. 14-15 ¿Es real para nosotros el acaudillamiento de Cristo?
14, 15. ¿Qué nos ayudará a manejar con éxito las situaciones difíciles en el hogar? Dé un ejemplo.
14 La clave del éxito, incluso ante situaciones difíciles en el hogar, es imitar a Jesús y aceptar su guía. Por ejemplo, cuando Gerardo, de 35 años, se casó con Laura, la madre de una adolescente, se presentó un problema que ninguno de los dos había imaginado. Dejemos que Gerardo nos lo cuente: “Yo sabía que para ser un buen cabeza, tenía que aplicar los mismos principios bíblicos que producen buenos resultados en otras familias. Pero enseguida me di cuenta de que debía ponerlos en práctica con más sabiduría y discernimiento”. Su hijastra consideraba que él se había interpuesto entre ella y su madre, y tenía muchísimos celos de él. Con discernimiento, Gerardo pudo comprender que esta actitud afectaba lo que la joven decía y hacía. ¿Cómo manejó la situación? “Laura y yo —responde Gerardo— concordamos en que, al menos por el momento, ella se encargaría de la disciplina, mientras que yo me centraría en cultivar una buena relación con mi hijastra. Con el tiempo, este planteamiento nos dio buenos resultados.”
15 Cuando hay tensiones en el hogar, necesitamos discernimiento para descubrir por qué los miembros de la familia hablan y actúan como lo hacen. También precisamos sabiduría a fin de aplicar como es debido los principios divinos. Por ejemplo, Jesús comprendió claramente por qué lo había tocado la mujer que sufría de flujo de sangre, y la trató con prudencia y compasión (Levítico 15:25-27; Marcos 5:30-34). A nuestro Caudillo lo caracterizan la sabiduría y el discernimiento (Proverbios 8:12). Somos felices si obramos como lo haría él.

w09 15/9 pág. 9 párrs. 11-12 Imitemos la actitud mental de Cristo
11, 12. a) Mencione una ocasión en la que Jesús haya actuado con compasión. b) ¿Qué podemos aprender del ejemplo analizado en estos párrafos?
11 Pero Jesús no solo sintió compasión por las personas; también hizo mucho por ayudarlas. Veamos el ejemplo de una mujer que llevaba doce largos años sufriendo hemorragias. Ella sabía que, de acuerdo con la Ley mosaica, su enfermedad la hacía ceremonialmente inmunda a ella, así como a cualquiera que la tocara (Lev. 15:25-27). No obstante, lo que había escuchado sobre Jesús y sobre su manera de tratar a los demás de seguro la convenció de que él la curaría. Pensó: “Si toco nada más que sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud”. Armándose de valor, se acercó a él, lo tocó y de inmediato sintió que había sido curada.
12 Jesús se dio cuenta de que alguien lo había tocado y miró a su alrededor para ver quién había sido. La mujer, temiendo quizás que él se hubiera enojado con ella por haber violado la Ley, cayó temblando a sus pies y le dijo toda la verdad. ¿La reprendió Jesús? Todo lo contrario; la tranquilizó diciéndole: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz” (Mar. 5:25-34). ¡Qué aliviada debió de sentirse esta pobre mujer al oír esas afectuosas palabras!

w01 15/12 pág. 20 párr. 20 “Aprendan de mí”
20. Si el mandato de Levítico 15:25-28 fuera obligatorio en la actualidad, ¿qué desafío tendríamos que afrontar?
20 ¿Aprendemos algo de aquel incidente? Supongamos que usted fuera anciano en una congregación. Supongamos también que el mandato de Levítico 15:25-28 fuera obligatorio para los cristianos actuales, y que una cristiana, en su desesperación y desamparo, infringiera esa ley. ¿Qué haría usted? ¿Humillarla criticándola en público? “Pues claro que no —quizá responda—. Yo jamás haría eso, sino que seguiría el ejemplo de Jesús y procuraría ser bondadoso, amoroso, amable y considerado con ella.” ¡Muy bien! Pero el desafío es llevarlo a la práctica, imitar el modelo que puso Jesús.

w09 15/8 pág. 22 párr. 19 “Manténganse en el amor de Dios”
19. ¿Por qué es tan importante la limpieza?
19 Los cristianos debemos mantenernos limpios y puros en todo aspecto de nuestra vida. Jehová explicó a los antiguos israelitas que la limpieza era fundamental (Lev. 15:31). Así, la Ley mosaica hablaba de asuntos como la eliminación de desechos, la limpieza de vasijas y el lavado de las manos, los pies y la ropa (Éxo. 30:17-21; Lev. 11:32; Núm. 19:17-20; Deu. 23:13, 14). Esta ley le recordó a la nación de Israel que su Dios, Jehová, es santo, o lo que es lo mismo, limpio, puro y sagrado. Los siervos de un Dios tan santo también tenemos que ser santos (léase Levítico 11:44, 45).

CAPITULO 16:


w09 15/9 pág. 27 párr. 8 ¿Valoramos lo que Jehová ha hecho para liberarnos?
8. ¿Qué hacía el sumo sacerdote en el Día de Expiación?
8 Entre los sacrificios más importantes que exigía la Ley estaban los que se ofrecían el Día de Expiación. En esa celebración anual, el sumo sacerdote realizaba una serie de actos simbólicos. Para empezar, le presentaba ofrendas a Jehová para expiar los pecados, primero los de la clase sacerdotal, y luego los de las tribus no sacerdotales. Después entraba en el Santísimo del tabernáculo o del templo. Solo él podía entrar en ese lugar y solo podía hacerlo ese día. Allí salpicaba la sangre de los sacrificios delante del arca del pacto. En ocasiones aparecía sobre el arca una nube brillante que representaba la presencia de Jehová (Éxo. 25:22; Lev. 16:1-30).

w04 15/6 pág. 17 párr. 16 Valoremos debidamente el don de la vida
16. ¿Qué debería comunicarnos la traducción “la sangre de ese”?
16 La traducción “la sangre de ese” es muy significativa y debería comunicarnos varios matices. Hacía falta algo más que la muerte de alguien, aunque ese alguien fuese el hombre perfecto Jesús. Él llevó a cabo todo lo que prefiguraba la Ley, en particular, el Día de Expiación. Ese día especial se sacrificaban los animales estipulados y, después, el sumo sacerdote introducía parte de la sangre en el Santísimo del tabernáculo o el templo, y allí la presentaba ante Jehová, como si estuviera en su presencia (Éxodo 25:22; Levítico 16:2-19).

w00 15/8 pág. 16 párr. 16 Sacrificios que agradaron a Dios
16. a) ¿Qué propósito tenían la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa? b) ¿Cómo diferían estas de la ofrenda quemada?
16 Entre los sacrificios que se ofrecían para obtener el perdón de los pecados o expiar las transgresiones de la Ley estaban la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa. Aunque estos sacrificios también se quemaban sobre el altar, no se ofrecía el animal completo a Dios, como en el caso de la ofrenda quemada, sino solo la grasa y ciertos trozos. El resto del animal se tiraba fuera del campamento, o en algunos casos se lo comían los sacerdotes. Esta diferencia es significativa. La ofrenda quemada se presentaba como dádiva a Dios para poder acercarse a él, de modo que se ofrecía a Dios exclusivamente y en su totalidad. Es de interés observar que a la ofrenda quemada solía precederla una ofrenda por el pecado o una ofrenda por la culpa, lo que indicaba que para que Dios aceptara la dádiva de un pecador se requería antes el perdón del pecado (Levítico 8:14, 18; 9:2, 3; 16:3, 5).

w09 15/8 págs. 6-7 párr. 17 La vida eterna en la Tierra: una esperanza que Dios nos ha dado
17. ¿Qué papel desempeñó el Mesías a fin de darnos la oportunidad de vivir para siempre?
17 Isaías predijo la llegada del Mesías, quien desempeñaría un papel similar al que tenía el macho cabrío para Azazel del que habla la Ley mosaica. Una vez al año, en el Día de Expiación, el sumo sacerdote tenía que “poner ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesar sobre él todos los errores de los hijos de Israel”. Entonces, el macho cabrío tenía que “llevar sobre sí todos los errores de ellos” al desierto (Lev. 16:7-10, 21, 22). Isaías profetizó que el Mesías se llevaría, por decirlo así, las “enfermedades”, los “dolores” y el “pecado de muchas personas”. De ese modo nos brindaría la oportunidad de vivir para siempre (léase Isaías 53:4-6, 12).

w02 1/5 págs. 14-15 párrs. 5-6 Jehová odia la traición
5, 6. a) ¿Por qué eran especialmente reprensibles los sacerdotes? b) ¿Cómo expresa Jehová su desprecio hacia ellos?
5 ¿Por qué eran especialmente reprensibles los sacerdotes? El versículo 7 da una indicación clara: “Los labios de un sacerdote son los que deben guardar el conocimiento, y la ley es lo que la gente debe buscar de su boca; porque es el mensajero de Jehová de los ejércitos”. Más de mil años antes, las leyes divinas que se dieron a Israel mediante Moisés decían que los sacerdotes tenían la obligación de “enseñar a los hijos de Israel todas las disposiciones reglamentarias que Jehová les ha[bía] hablado” (Levítico 10:11). Lamentablemente, como más adelante informó el escritor de 2 Crónicas 15:3, “muchos fueron los días en que Israel había estado sin Dios verdadero y sin sacerdote que enseñara y sin Ley”.
6 La situación del sacerdocio en el día de Malaquías (siglo V a.E.C.) era la misma. No enseñaban la Ley de Dios al pueblo. Por eso, merecían que se les pidieran cuentas. Fijémonos en las fuertes palabras que Jehová pronuncia contra ellos, según Malaquías 2:3: “Ciertamente esparciré estiércol sobre sus rostros, el estiércol de sus fiestas”. ¡Qué castigo! El estiércol de los animales sacrificados tenía que sacarse fuera del campamento y quemarse (Levítico 16:27). Por eso, cuando Jehová les dice que esparciría el estiércol sobre sus rostros, indica claramente que despreciaba y rechazaba sus sacrificios y a quienes los ofrecían.

w04 15/5 pág. 24 Puntos sobresalientes del libro de Levítico
Respuestas a preguntas bíblicas:
Levítico 16:29. ¿En qué sentido habían de ‘afligir su alma’ los israelitas? Esto se hacía en el Día de Expiación, y tenía que ver con buscar el perdón de los pecados. El ayuno durante ese día debió relacionarse con el reconocimiento de pecados. Por lo tanto, es muy probable que la expresión ‘afligir su alma’ se refiera a ayunar.

w07 1/1 págs. 22-23 párrs. 11-12 “Serán ustedes completamente dichosos”
11, 12. a) ¿Qué ceremonias se llevaban a cabo el Día de Expiación? b) ¿Cómo se beneficiaba Israel de los sacrificios del toro y los cabritos?
11 El día 10 de etanim (más tarde llamado tisri) tenía lugar en Israel una fiesta que señalaba el modo como se aplicarían los beneficios del sacrificio redentor de Jesús. Toda la nación se congregaba para celebrar el Día de Expiación, en el que se ofrecían sacrificios para cubrir sus pecados (Levítico 16:29, 30).
12 En el Día de Expiación, el sumo sacerdote degollaba un toro joven y entraba en el Santísimo con parte de la sangre para salpicarla siete veces delante de la cubierta del Arca, ofreciéndola así en sentido figurado delante de Jehová. Esta ofrenda era por sus propios pecados y los de “su casa”, es decir, los sacerdotes y los levitas. Luego tomaba dos cabritos. Degollaba uno como ofrenda por el pecado “para el pueblo” y también salpicaba parte de la sangre delante de la cubierta del Arca. Por último, ponía las manos sobre la cabeza del otro cabrito y confesaba los errores de los hijos de Israel antes de enviarlo al desierto para que, en sentido simbólico, se llevara los pecados del pueblo (Levítico 16:3-16, 21, 22

Referencias consultadas en: Watchtower Library 2013 CD-ROM

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