Significado de Caramelo (Definición, Concepto, Qué es)

Caramelo


Caramelo – Definición de Caramelo, Concepto de Caramelo, Significado de Caramelo

1. Concepto de Caramelo

El caramelo es una de las golosinas más populares y consumidas en el mundo entero. Consiste de una preparación basada en el azúcar, que se logra a partir de justamente la cocción de los azúcares utilizados. Una vez que la preparación se enfría, se endurece. También es habitual que a los caramelos se les agreguen sabores y aromatizantes para hacerlos más tentadores y sabrosos.
Por otra parte, existen los caramelos sin agregado de azúcar y con presencia de edulcorantes. Esta variedad es producida para aquellos que no pueden consumir azúcares porque engordan o porque quieren cuidar sus dientes.
Si bien, por supuesto, la presencia que ostentan hoy los caramelos no existía ni por asomo hace miles de años atrás, cabe señalar, que en la antigüedad era habitual la demanda de alimentos dulces y ligeros, símiles a los caramelos, que tenían por objetivo aportarles energía a los hombres en los largos viajes que solían emprender. Siendo el jengibre, la lactosa, la miel y el regaliz, algunas de las sustancias más usadas.
A mitad del siglo XIX, Estados Unidos, inició la producción a gran escala de caramelos. En la producción industrial de estas golosinas intervienen ingredientes como el azúcar, el agua y la glucosa que dan paso a un almíbar que se cocina a altísimas temperaturas. Tras la evaporación del agua queda una pasta de caramelo a la cual se le puede dar diferentes formas. Una vez que el enfriamiento es total y la masa está cristalizada se procede a su envoltura y empaquetado para ser distribuido en almacenes, kioscos, confiterías, supermercados, entre otros establecimientos comerciales, que los venden al consumidor final.
Con la intención de hacerlos más deseados, las empresas que los producen los envuelven en papeles llamativos y les otorgan colores también muy vivos.
En tanto, en ese afán por hacer al caramelo distinto y deseado nos podremos encontrar con diversos tipos: rellenos con chicle, con chocolate, con dulce de leche, entre otros dulces.
Por otro lado, al azúcar que se derrite de modo casero con la misión de acompañar postres como el flan, también se lo llama caramelo.

2. Definición de Caramelo

El caramelo es un alimento preparado generalmente a base de azúcar. El caramelo se consigue mediante la cocción de azúcares. Éste puede consumirse tanto líquido, tal es el caso del caramelo que se añade por encima del flan, en este caso se denomina almíbar, como sólido.
El caramelo solidificado se consume habitualmente dejándolo deshacer en la boca. A éste se le suelen añadir sabores de frutas, hierbas u otros aromas. También existen caramelos sin azúcar, que gracias a los edulcorantes consiguen un sabor dulce, sin producir obesidad ni dañar la dentadura. Estos últimos están especialmente elaborados para personas en régimen (como por ejemplo los diabéticos). Químicamente, se utiliza de diversos modos en la fabricación de alimentos como aditivo, también denominado E150.
Desde la Antigüedad y debido a la necesidad del ser humano de encontrar alimentos ligeros y que proporcionen energía para sus largos viajes.Antes de que se empleara el azúcar, ya se hacían dulces a base de otras sustancias, como la miel, el jengibre, el regaliz o la lactosa. El caramelo se inventó en 1820. Estados Unidos comenzó con la producción industrial de caramelos en 1850, pero hasta 1930 no se aplicó en España. A partir de 1960, las nuevas tecnologías se empezaron a imponer en la fabricación. Los caramelos clásicos son: el chicle, surge de la costumbre que tenían en la antigüedad de masticar cosas diferentes de los alimentos. Tenía dos propiedades: mayor elasticidad y capacidad para retener el sabor, esto permitió que salieran al mercado chicles con distintos sabores. Otro clásico son las pastillas Juanola, creadas por el farmacéutico Manuel Juanola, eran unas pastillas romboides que mezclaban regaliz, mentol y eucalipto para calmar la tos. Los caramelos Solano son otro ejemplo de caramelo clásico, creados con leche y un chorrito de café, este remedio triunfó entre los acatarrados de Logroño. Otros caramelos son: los Pez, las pastillas de hierbas Ricolá, los Sugus, los Werther’s Original, los Conguitos, los Chupa Chups Kojak y las Piruletas de Corazón. En la actualidad, los niños siguen comiendo algunos caramelos clásicos como los Chupa Chups, los Solano y los Sugus. Existen muchos tipos de caramelo: normal, macizo, con chicle, piruleta, bombón, gelatina, algodón de azúcar, con chocolate, de fruta, de regaliz, sin azúcar, picantes, de ajo, de mal sabor, que manchan de colores, etc. En estos últimos casos se utilizan para hacer bromas; principalmente en carnaval o cada 28 de diciembre (Día de los Inocentes).
En la fabricación industrial de caramelos se suelen usar como materias primas azúcar, glucosa y agua, que se combinan en las proporciones adecuadas para generar un jarabe (almíbar) que posteriormente se cuece a altas temperaturas. Una evaporación rápida produce la eliminación del agua presente en el jarabe cocido, quedando una pasta de caramelo que puede ser modelada en diferentes formas. El enfriamiento ulterior provoca la cristalización de la masa, formando el caramelo propiamente dicho al conferirle rigidez que lo hace apto para su empaquetado. Dependiendo del solvente (agua o leche) y de la receta, el resultado final puede llamarse de una forma u otra. Cuando se hace con leche, la reacción con las proteínas de la misma genera compuestos orgánicos cíclicos que otorgan nuevos sabores, al darse la reacción de Maillard. La textura final depende de la temperatura a la que se hierve el almíbar, así como de la presencia de ácidos durante la cocción (por ejemplo, el agregado de vinagre en los almíbares orientales da como resultado un producto menos viscoso). La presencia de un soluto en un líquido hace que aumente su punto de ebullición, y por eso cuanto más porcentaje de azúcar haya disuelto, más aumentará la temperatura de ebullición. Pero cuando se calienta la mezcla, el agua hierve y se evapora, y por tanto aumenta la concentración de azúcar; esto hace que aumente más el punto de ebullición de la mezcla. Esta relación es predecible, y llevando la mezcla a una temperatura en concreto se consigue la concentración de azúcar deseada. En general, a temperaturas más altas (mayor concentración de azúcar) quedan caramelos más duros y rígidos, mientras que las temperaturas más bajas producen caramelos más suaves. Es recomendable un termómetro para controlar la temperatura.
Para más información sobre los puntos de ebullición y nombres, véase Almíbar.


Última actualización de esta pagina el 18 de noviembre de 2020


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